ACA VA EL CUARTO CAPÍTULO. ESPERO OPINIONES.
Capítulo 4
Se despertó a las siete de la mañana. Franco lo hacía todos los días. Esta vez iba a ser diferente, sería un placer. Era 31 de diciembre. Sólo pensar en el festejo hizo que apenas pudiera pegar los ojos. Debía ir al mercado a elegir las mejores verduras, quesos importados, la carne más fresca para preparar la receta de un boeuf strogonoff, vinos tintos italianos, licor de naranja para las crèpes suzettes y un buen champán extra brut. Todo esto para celebrar en su casa, junto a su madre, el Año Nuevo. Luciano cocinaría y tendería la mesa con un mantel verde claro, servilletas haciendo juego y unos viejos platos de porcelana, comprados en un remate de la calle Lavalle. Armaría un centro de mesa con claveles blancos y rosas amarillas. Pondría dos candelabros de peltre con velas torneadas, que aunque le dijeran que traían mala suerte, él las prefería a las cilíndricas. En todas las mesas navideñas que él había visto en la revista Hola las velas eran torneadas y rojas. Así serían las suyas.
Recorrió varios supermercados hasta encontrar todo lo que necesitaba. Llegó a su casa y se instaló en la cocina. Se encerró mientras escuchaba el televisor volumen. De tanto en tanto Lorna golpeaba para que él le alcanzara un poco de vino.
--Hoy tenés que beber poco antes de la cena-- le había pedido Franco.
Ella insistió en que le sirviera más. No importaba. Lorna estaría bien. Se lo merecían. Hacía años que no festejaban así. Es más, nunca antes lo habían hecho. De tanto cocinar, el día se le pasó volando. Cuando volvió al living vio que Lorna ya no estaba. Fue hasta el cuarto de ella. Estaba cerrado y escuchó su tos característica.
--Mamá, mientras yo me baño andá a la peluquería que se te va a hacer tarde—le sugirió a través de la puerta--.Total, ya sabés que yo tardo horas mientras me relajo.
Su madre se estaría preparando y él iba a hacer exactamente lo mismo. Prepararse. Fue a su cuarto y se dio un largo baño de inmersión con un gel francés que hacía muchas burbujas. Le hubiese gustado tener esas bañaderas con burbujas de aire que veía en las revistas. Le hubiese gustado tener tantas cosas. Pero esta noche tendría un gran fin de año. Y tendría a su madre. Sólo le faltaba la computadora para ser el hombre más feliz del mundo. Al salir de su baño de inmersión, supo que Lorna ya había regresado de sus quehaceres porque la puerta de su cuarto estaba cerrada.
Ya eran las diez de la noche. Había pasado más de una hora desde que Luciano salió de su baño y Lorna aun seguía en su cuarto y él no cesaba de prender sahumerios para darle a la casa ese aroma casi místico que le era imprescindible. Se detuvo y se miró en el espejo colgado arriba de la cómoda. Se vio muy bien. Sobrio, distinguido, con el pantalón de terciopelo negro que le había confeccionado Nené, ajustado como siempre y con su camiseta de jersey de seda gris con hilos plateados que marcaba generosamente su abdomen y sus tetillas. El pelo estaba lleno de gel y un suave polvo claro cubría su rostro. No faltaba el perfume de esencias en su cuello y muñecas, ni un leve toque de rimmel en sus pestañas.
Como música de fondo se escuchaba a Julio Iglesias en su ultimo CD. La cámara de fotos estaba lista para documentar esta fecha inolvidable. Fue a la cocina y sacó de la heladera una bandeja con palmitos y jamón crudo español. Pensó que debía prender las velas y apagó la luz de la araña para crear un clima más íntimo.
No se atrevía a golpear a la puerta de su madre y llamarla. Seguro que Lorna estaría nerviosísima preparándose para este gran momento. Para ella sería como un estreno, como si su casa fuese un gran teatro, y él había comprado todas las localidades. La sala estaría llena, y ella sería sólo para él y él sólo para ella. Como dos novios. Quizá si golpeaba suavemente la puerta Lorna se apuraría. ¿Pero qué apuro había? Faltaban casi dos horas para el brindis. Ella saldría elegante y deslumbrante como una estrella y se sentarían y charlarían de muchas cosas y él le pediría que le contara otra vez, la primera noche en la que ella había subido, como vedette, a un escenario en la calle Corrientes.
Pero mejor sería no golpear a la puerta del cuarto de su madre ni ponerla más nerviosa. Ya aparecería. Él estaba ansioso y expectante, como un enamorado en el altar ante la llegada de su novia. ¿Por qué las mujeres siempre tardaban tanto en maquillarse? Él no. Y bien que se maquillaba. Decidió sentarse y esperar.
Entonces sucedió. Se abrió la puerta del cuarto de su madre e irrumpió una Lorna más espeluznante que nunca. Llevaba el mismo batón, mal cerrado, y su pelo grasoso se pegaba a su rostro, lagañoso e hinchado por el sopor del sueño.
--¿Qué mierda es todo esto? –- preguntó. -Ya te dije que no quería jodas de festejo ni pajerías de comida al pedo. Subí la luz que no veo un carajo y esas velas traen yeta.
-- ¿Y el vestido que te compré? ¿La peluquería? -– dijo Franco anonadado.
--Ni mamada me pongo ese mamarracho y no me gusta que me toquen la cabeza los demás. Ya te lo advertí. Devolvélo, te dije. No me hiciste caso, ahora es tarde. Lo regalé.
--¿Lo regalaste?
--A la portera. A la portera le regalé el vestido y el turno en la peluquería. Fue una obra de bien, nene.
--Pero yo lo hice para vos. Todo eso me costó un huevo.
--Entonces te costó poco porque huevos, no tenés muchos—sentenció Lorna, sirviéndose una copa del vino descorchado que había sobre la mesa--. El vino sí dejálo.
Al ver la cara de estupor de su hijo bostezó, fue hasta la cómoda y sacó un cigarrillo.
--No pongás esa cara de mariquita tonta que me da en el quinto forro de las pelotas. Guardá todo esto o tirálo. Y traéme fuego.
--Traetelo vos-- le respondió Franco, y se fue para su cuarto.
--¿Qué decís?
--Lo que escuchaste. Que te vayas a buscar vos el fuego
solita.
--¿Me decís a mí, a tu madre, que me busque fuego--? Lorna tiró el cigarrillo al piso y fue tras él.
--No me sigas, mamá. Quiero estar solo-- dijo Franco sin mirarla.
--Vení acá, carajo. Y no me des la espalda cuando te hablo, que sos demasiado sorete para hacerlo-- contestó ella a los gritos.
--¿Y vos quién mierda te pensás que sos? –- aulló Franco volviéndose y mostrando sus ojos llenos de lágrimas.
Lorna sólo atinó a mirarlo y a estallar en una estruendosa carcajada.
--No te rías que te hablo muy en serio.
--¿Desde cuándo tenemos un macho en la casa?-- dijo ella y volvió al living y se sentó en una silla con las piernas abiertas.
--Si lo decís por mí, dirás dos machos. Hay dos machos en esta casa. Porque acá el primero siempre fuiste vos, mamá, y no justamente porque seas el señor que mantiene el hogar.
--¿Me vas a echar en cara que yo no mantengo esta pocilga de mierda, cuando gracias a esta concha y a todo lo que sacrifiqué al parirte, vos estás en este mundo?
--En tu lugar la hubiese cuidado más, o por lo menos hubiese tratado de sacarle mejor partido. Pero vieja, si ni siquiera la sabés usar. ¿Sabés lo que tenés? Vos tenés una concha al pedo. Y Dios da pan al que no tiene hambre. Si yo la tuviera, esta casa sería un palacio y tu hijo viviría como un príncipe. Pero da la casualidad que a mí Dios me dio pija, y en mi caso sólo me sirve para metérmela en el culo.
--A vos no, maricón. A los chongos que te revientan. Esos te la meten...
--¡Pará de llamarme maricón! ¡Pará de llamarme maricón! ¡Mirá tu cara! Miráte en un espejo y después mirá tus fotos. Esa Lorna es historia. Ésta de ahora es la verdadera Lorna Rubí, y al verte y verme se entiende que de vos... sólo pudo haber nacido esta mierda que es tu hijo.
--Claro que sos una mierda. Vos sos un desagradecido—
respondió Lorna.
--La cagada es que no puedas completar la frase, diciendo
que soy un desagradecido “como tu padre”, porque con tanto macho que tuviste en tu vida de bataclana, vaya a saber de quién será el polvo que engendró a este maricón.
--¡Vos sos un hijo de puta!—bramó Lorna. Se levantó de un salto y le pegó un par de bofetadas. Luego comenzó a romper los platos y las copas de la mesa. Arrojó los tenedores contra el espejo y la botella de vino contra la pared, mientras daba alaridos incomprensibles. Franco sentía que su cabeza explotaba, y apenas se podía tener en pie después de los golpes recibidos. Entonces, Lorna, se apoyó en la mesa del comedor presionándose el pecho. El rostro se le congestionaba cada vez más. Franco corrió hacia ella, la agarró muy fuerte y le apretó los brazos mientras la besaba y lloraba tratando de calmarla. Le decía que se tranquilizara porque si no le daría un ataque al corazón, y si ella se moría, él no podría vivir. Al cabo de un rato, que a Franco le parecieron horas, Lorna se calmó. Volvió a respirar normalmente y a recobrar un color más natural. Se desprendió de Luciano, levantó del suelo una copa que quedaba sana y fue hasta la cocina. Abrió la heladera, sacó una botella de vino y la llenó.
--Esto es lo que conseguiste con tu fiesta de fin de año. Un desastre. Mirá lo que es esto –- le dijo Lorna, y se tomó el vino de un solo trago. Fue hasta el living y se dejó caer en el sofá.
--Lo hice para que fueras feliz –- contestó Franco sin moverse de donde estaba.
--¡Qué decís! Vos no sabés lo que es hacer feliz a una mujer.
--Pensé que tenía que hacerte feliz a vos.
-¿Y yo qué soy? ¿Una mina o un sorete? Si me querés hacer feliz andá y traéme fuego. Necesito fumar-- le respondió ella recogiendo el cigarrillo que había tirado al piso, milagrosamente intacto--. Así empezó la charla. ¿No? Por lo del fuego.
Trató de sonreír y de sacarse unos mechones de pelo de la cara empapada por el sudor.
--Dicen que la gente de teatro somos muy temperamentales. Y nosotros somos de teatro, Franco—le recordó Lorna.
--Sí, mamá. Muy temperamentales.
--Pero de teatro.
--De teatro, mamá. De teatro.
Franco fue a la cocina y tomó la caja de fósforos. Fue hasta el
living y prendió el cigarrillo que su madre tenía en la boca. Lorna cerró los ojos, y respiró con placer al sentir que el humo le llenaba los pulmones.
--¿Sabés, Franco, que esto de los gritos me dio hambre? ¿Habrá quedado algo de comida o la tiré a la mierda junto con todo lo de la mesa?
Franco vio los palmitos y el jamón crudo desparramado por el suelo y algunas hojas de lechuga que colgaban de una lámpara, sobre la cómoda. Por suerte en el horno aún estaba el boeuf strogonoff, el helado y el champán, únicos sobrevivientes de la tragedia.
--Algo queda-- contestó Franco ya más relajado--. Después de todo, a lo mejor, quién te dice, ésta va a ser una noche de fin de año en familia. Si los vecinos preguntan, mañana decimos que estábamos festejando desde temprano.
--Andá y traélo. Espero que hayas comprado champán. Es lo mínimo que tiene que tener un tipo en su casa cuando piensa en levantarse a una mina. ¿Vos sabés de eso? –- preguntó Lorna con tono cómplice.
--Lo mismo que un tipo que quiere levantarse a otro tipo-- respondió Franco, y empezó a juntar los pedazos de platos y copas rotas.
--Dejá. Vos andá a la cocina que yo arreglo este despelote que armé -– y como Franco se quedaba mirándola sin reaccionar repitió: -–Andá. Que después de todo soy tu vieja y ¿sabés qué? Me dieron ganas de jugar a ese personaje. Como las actrices importantes. Como la gente de teatro. Y nosotros, escucháme bien, podemos ser lo que sea, bataclanas, maricones... pero cuidado con eso, somos gente de teatro.
--¿Te puedo dar un beso, mamá? –-- preguntó tímidamente Franco.
--No empecemos a joder de nuevo. Una cosa es la fiesta y otra la boludez. Esperá un rato, que si me pongo en pedo te doy un beso y todo.
Lorna vio cómo Franco se secaba las lágrimas de los ojos y se metía en la cocina, se ponía un delantal floreado, le guiñaba un ojo, encendía la radio, ponía música latina y comenzaba a cantar. Ella giró la cabeza y se agachó rápido. No quería que él viese que su madre lloraba.
jueves, 5 de febrero de 2009
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11 comentarios:
Pobre Franco!!!Me da ganas de llorar!No es justo.Y pensar que deben existir madres provistas de esa ciclotimia y tanto rencor, que culpan a sus hijos por sus propios fracasos...Triste.
Ahora a empezar el día para mi!Me pongo a trabajar!
Cariños
Silvy
Intenso, muy tuyo, viseral muy vivido, fibroso, sudoroso, pasional, imprevisible, muy pero muy familiar, real muy real. No podía leer sin que se me vinieran las imágenes de La Campoy y la tuya actuando en esta escena.
Una brazo fraterno.
¿FALTAN MUCHOS CAPÍTULOS? ME TIENE ABSOLUTAMENTE ATRAPADA ¡MÁS,MÁS QUEREMOS MÁS!
Quizás le cambie un poco la suerte a Franco no? Hola Pepe! Soy otra seguidora de tu blog y tus obras, las cuales vi casi todas. Drácula en el Luna, Las 1001 noches, La importancia de llamarse Wilde, Caligula, Dorian, El Fantasma de C, El Jorobado en el Opera y en El Cervantes, Dracula de nuevo en el Opera y de nuevo en un teatro de Avellaneda, y Otelo! Amo los musicales y los tuyos trato de no perdermelos porque me encantan! Sos una persona que inspira mucha paz y encontrar este blog hace que todos los días tenga un rato de tranquilidad leyendonte! Te quiero mucho! Y te admiro! Espero más chat que me gusta mucho,y como siempre, no puedo dejar de involucrarme con los personajes y quero que Franco encuentre el amor porque se lo merece!!
Con cariño, Gabriela.-
Pd: al principio del capitulo en 2 momentos dice Luciano, cuando creo que debe decir Franco.. x las dudas...
Pepe,
me encanta tu manera de contar la historia. Creo que el Capitulo 4 era lo que me faltaba para que la historia me terminase de atrapar. Es tan atrapante, ingeniosa, elegante, majestuosa. Me encanta lo que va de la historia. Estaré leyendola a medida de que la vayas publicando.
Ahora tengo un blog propio. Me gustaría que lo visitaras y que me des tu opinion al respecto.
Te mando un gran abrazo,
Nacho
nacho.orc.07@hotmail.com
Aiiii me encanta, me encanta, me encantaa!!!!! Bueno debo admitir que al principio me perdi un poquito porque paso un tiempito considerable desde q termine de leer el cap. 3 pero amo este libro!! Quiero más!!! es demasiado bueno! jejeje me gusta mucho asi que YA estoi esperando el cap.5!!! Quiero saber que pasa!
jajaja
Es loco pero no pude evitar imaginarmelo en musical tmbién a medida que lo iba leyendo. Incluso me vinoo a la mente cuando dice que se sienta con las piernas abiertas una imagen de lorena en el fantasma.. jeje o alguna asi con esa pose tan caracteristica jeje. en fin eso.. espero mas!
Saludos!
Cami.
Aiiii me encanta, me encanta, me encantaa!!!!! Bueno debo admitir que al principio me perdi un poquito porque paso un tiempito considerable desde q termine de leer el cap. 3 pero amo este libro!! Quiero más!!! es demasiado bueno! jejeje me gusta mucho asi que YA estoi esperando el cap.5!!! Quiero saber que pasa!
jajaja
Aiiii me encanta, me encanta, me encantaa!!!!! Bueno debo admitir que al principio me perdi un poquito porque paso un tiempito considerable desde q termine de leer el cap. 3 pero amo este libro!! Quiero más!!! es demasiado bueno! jejeje me gusta mucho asi que YA estoi esperando el cap.5!!! Quiero saber que pasa!
jajaja
Pepe, atesoro "CHAT" desde hace un tiempo ya... fue regalo de la mamá de un amigo, que me dijo: Tanto te gustan los musicales,a ver qué te parece esto.
Y la verdad es que amé la historia, y no se la voy a "arruinar" a nadie, no voy a contar nada, tranquilos :)
Es atrapante, te hace sentir en carne propia las emociones de sus personajes, te enreda en su espiral de pasiones y no para hasta robarte el aliento...
Por otro lado anoche fui a ver Otelo... qué belleza! Trajes suntuosos, música envolvente, y esas voces! La disfruté mucho, aunque mi corazoncito por siempre le pertenecerá a Dorian.
Gracias por tanta magia Pepe, y por mimarme el alma siempre que voy a perderme en tus mundos imaginarios, donde todo es posible.
Un abrazo de todo corazón. Celina.
ELEGIMOS NACER?? CREO QUE NO.. EN EL CASO DE FRANCO, PREPARAR TODO ESPECIALMENTE PARA ESA GRAN NOCHE, TANTO ESFUERZO Y DEDICACION, CON TANTO AMOR Y PENSANDO LO MEJOR PARA SU MADRE, PARA QUE LUEGO TENGA ESA REACCION, NO ME EXTRAÑA PORQUE PASA EN LA VIDA, NOS PASA, NO ES MI CASO, PERO CONOZCO, SI EN OTRAS CIRCUNSTANCIAS, CDO UNO REALIZA CON TANTO ESMERO ALGO Y TE LO TIRAN ABAJO EN UN SEGUNDO, COSA QUE ME PASO, SIEMPRE ESPERAN MAS, EXIGEN DE UNO, PERO NO SE MIRAN AL ESPEJO, DUELE, Y DUELE EN EL ALMA, PERO BUENO ESE ES OTRO CASO, EL MIO, QUE ALGUN DIA LO DETALLARE EN MI BLOG Y ESPERO LO PUEDAS LEER Y DAR TU OPINION.
EN ALGUNAS COSAS QUE LE PASA A FRANCO, ME VEO REFLEJADA, POR QUE ESA ACTITUD PARA CON SU HIJO??, QUE HORROR TENER UNA MADRE ASI, CON VIDA, SIN PODER VIVIR..SITUACION ESCALOFRIANTE AL NO VALORAR Y MALTRATAR DE ESA FORMA A UN HIJO, SABIENDO QUE EL A TODA COSTA SINTIENDOSE RESIGNADO DE ALGUNA FORMA, LO UNICO QUE BUSCA ES EL AMOR DE SU MADRE, ASI SEA ARRASTRARSE POR ELLA Y CONFORMARSE CON TAL DE TENERLA NO IMPORTANDO EL ESTADO EN EL QUE SE ENCUENTRA.
MUY INTERESANTE PEPE..AHORA LEERE TU NUEVA NOVELA, BESOS!!
quien me da un resumen?
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